A medida que envejecemos, la piel se deshidrata la grasa se atrofia y redistribuye apareciendo concavidades en la cara que reflejan mal la luz sobre todo alrededor de los ojos, la boca y las mejillas.
Existen productos absorbibles a largo plazo basados principalmente en el ácido hialurónico, (es un componente de nuestro tejido conjuntivo) que creado artificialmente en los laboratorios garantizan un material de relleno de calidad.
Cuando es más denso o reticulado se utiliza para voluminizar áreas y cuando carece de reticulación para hidratar.
Se aplican por debajo de la piel para restituir los volúmenes perdidos con la edad. Cuando lo que se pretende es revitalizar o hidratar los productos no reticulados o más laxos se aplican más superficialmente.
No se realiza el tratamiento en pacientes embarazadas o que estén lactando.
Es frecuente usar los rellenos para levantar las cejas, las mejillas y dar un volumen a labios más aplanados o pequeños.
Se pueden combinar en una misma sesión con otros tratamientos.
La duración del efecto es muy variable y puede oscilar entre 6 y 12 meses en función de la densidad del producto elegido.
No existe una periodicidad de aplicación fija, pudiéndose realizar los retoques que sean necesarios hasta obtener el resultado deseado.